Encuentro

Este tipo de encuentros son espacios simbólicos para mirar hacia adentro con honestidad y profundidad. No se trata de evadir la vida, sino de verla con nuevos ojos. En un entorno cuidado y respetuoso, se facilita el acceso a aspectos más íntimos de uno mismo: emociones olvidadas, recuerdos significativos, intuiciones claras y comprensiones que suelen estar fuera del alcance cotidiano.

Cada persona llega con una intención distinta: soltar una carga, reconectar con su propósito, comprender una etapa de vida o simplemente abrirse a una experiencia introspectiva.

El proceso no impone, acompaña. Y aquello que emerge durante la experiencia, con la guía adecuada, puede transformarse en una brújula interior para caminar con más autenticidad, claridad y sentido.

Este tipo de encuentro no está diseñado como una solución rápida ni como una fórmula externa para "resolver" la vida. Es un espacio de introspección cuidadosamente acompañado, donde pueden surgir comprensiones significativas sobre uno mismo.

Lejos de imponer o dirigir, la experiencia permite mirar hacia adentro con mayor claridad: reconocer patrones, liberar emociones contenidas o reconectar con aspectos esenciales de la propia historia. Todo esto sucede en un entorno de contención y respeto, donde el verdadero trabajo interior lo hace cada persona, a su propio ritmo.

Lo que aquí sucede no transforma mágicamente la vida… pero puede ayudarte a verla con otros ojos. Y desde ahí, tomar decisiones más alineadas con tu verdad.

Mucho más que una vivencia llamativa, este encuentro está diseñado como un proceso integral de transformación. No se busca el impacto momentáneo, sino una experiencia significativa que pueda dejar una huella evolutiva en la vida cotidiana.

Con una preparación cuidadosa, una guía amorosa durante el proceso y una integración psicoterapéutica posterior, lo que sucede en este espacio adquiere un valor real para el alma, la mente y el cuerpo. Se abre una vía de autoconocimiento profunda, donde muchas personas encuentran claridad sobre su historia, sus vínculos, su propósito o sus heridas no resueltas.

No se trata de una curiosidad pasajera, sino de un acto de cuidado interior. Un momento para escucharte desde otro lugar, con presencia, respeto y guía.

No necesitas estar "listo" en un sentido perfecto, pero sí es importante que llegues con apertura, respeto y disposición para mirar hacia adentro. Este no es un espacio recreativo, sino una experiencia de introspección profunda, y como tal, requiere cierto grado de madurez emocional.

Si atraviesas un momento de crisis aguda, diagnóstico psiquiátrico no estabilizado o uso de ciertos medicamentos, es esencial que lo compartas previamente con nosotros. No para excluirte, sino para cuidar tu proceso y evaluar si este es el momento más adecuado para ti.

Nuestro equipo está aquí para orientarte con honestidad y calidez. El acompañamiento empieza desde antes del encuentro.

Justamente en los momentos de mayor confusión puede surgir la necesidad profunda de reconectar con uno mismo. Sin embargo, no todo momento es propicio para vivir una experiencia de este tipo.

Si atraviesas un periodo de inestabilidad emocional intensa, duelo reciente, ansiedad desbordada o desconexión profunda, es fundamental que lo compartas con nosotros. En algunos casos, el Encuentro puede ser un punto de apoyo; en otros, podría ser mejor esperar y fortalecer ciertos aspectos previamente.

Cada situación se valora de forma individual, con absoluto respeto. Lo más importante es cuidar tu integridad y acompañarte de manera responsable, sin prisas ni presiones.

No se requiere experiencia previa. Muchas personas llegan por primera vez, movidas por una búsqueda auténtica de conexión interior o claridad en un momento importante de su vida.

El proceso está diseñado para acompañarte paso a paso, con explicaciones claras, orientación cuidadosa y contención profesional en todo momento. Cada etapa —desde el primer contacto hasta la integración posterior— está pensada para que puedas vivir esta experiencia de forma segura, respetuosa y consciente, independientemente de si es tu primer acercamiento o si ya has tenido otras vivencias similares.

Lo único necesario es una disposición sincera a mirar hacia adentro, y el deseo genuino de caminar un tramo de autoconocimiento.

La preparación previa es una parte esencial del proceso. No se trata solo de cuidar el cuerpo, sino de comenzar a entrar en un estado de conciencia más receptivo y atento. Para ello, se sugieren ciertos ajustes en la alimentación y en los hábitos cotidianos que favorecen una mayor sensibilidad y claridad interior.

Por ejemplo, se recomienda reducir el consumo de alimentos procesados, bebidas estimulantes y otros excesos, así como evitar situaciones emocionales densas o relaciones conflictivas los días previos. También se invita a tener momentos de silencio, reflexión o meditación.

Todo esto no es una exigencia rígida, sino una forma de honrar lo que vas a vivir y abrir el espacio interno necesario para que la experiencia sea más profunda, fluida y significativa.

Seguir las sugerencias de preparación no es un requisito obligatorio, pero sí una forma muy valiosa de profundizar en la experiencia. Quienes toman en serio esta etapa previa suelen llegar con mayor claridad, receptividad y presencia interior.

Más que reglas, se trata de actos simbólicos que expresan tu disposición a estar contigo mismo de forma honesta y abierta. Al cuidar tu alimentación, tus pensamientos y tu entorno emocional antes del encuentro, comienzas a generar un campo interno que facilita lo que vendrá. Es como limpiar y ordenar una habitación antes de recibir una visita importante: el visitante eres tú mismo.

En resumen, no se trata de perfección, sino de intención. Y esa intención puede marcar la diferencia.

En esos casos, es fundamental que lo compartas de forma abierta antes del encuentro. No todos los organismos reaccionan igual, y parte de nuestra ética es cuidar cada detalle para garantizar tu seguridad y bienestar.

Por eso, uno de los primeros pasos será una conversación personalizada en la que podamos conocer tu historia, tus necesidades específicas y cualquier tratamiento que estés siguiendo. Esto nos permite valorar, con toda responsabilidad, si el encuentro es adecuado para ti en este momento o si es preferible esperar.

Nuestro equipo no fuerza procesos ni toma riesgos innecesarios. La prioridad es tu integridad física, emocional y psíquica.

El acompañamiento está a cargo de un equipo con formación sólida y años de experiencia en trabajo terapéutico profundo. No se trata solo de sostener el espacio durante el encuentro, sino de saber leer lo que ocurre, contener con respeto y orientar con claridad.

La guía principal es Vere, terapeuta transpersonal con trayectoria en procesos de transformación psicoemocional, acompañamiento en crisis y cuidado integral, ha dirigido mas de 600 experiencias de encuentro vegetal y es ampliamente conocida en este segmento. Su labor se complementa con un equipo ético y profesional, capacitado para brindar contención antes, durante y después del encuentro.

Nuestra prioridad es el respeto, la seguridad y la autenticidad de cada proceso individual. Todo está diseñado para que te sientas en confianza y puedas entregarte con tranquilidad a tu propia experiencia interior.

Sí. Uno de los pilares de este espacio es el acompañamiento respetuoso y profesional. Durante todo el proceso estarás en presencia de personas con formación terapéutica, amplia experiencia y una profunda vocación de cuidado. Si en algún momento sientes incomodidad, inquietud o emociones intensas, puedes contar con una contención cercana, humana y empática.

Nuestro propósito es que te sientas seguro y sostenido, sin juicios ni presiones. Cada persona vive su experiencia de forma única, y estamos ahí para ofrecer una presencia cálida, clara y disponible en todo momento.

Sí. Desde el inicio, se cuidan profundamente las condiciones de respeto, silencio y contención grupal. Cada participante es invitado a sostener una actitud introspectiva, evitando hablar innecesariamente, tocar a otros sin consentimiento o intervenir en la experiencia ajena.

El espacio se construye como un entorno de confianza donde cada persona puede concentrarse en su propio proceso. El grupo se convierte en un círculo de cuidado mutuo, sin necesidad de palabras. Las normas se explican claramente antes del encuentro, y todo se desarrolla en un ambiente de consideración, presencia y silencio respetuoso.

El encuentro se lleva a cabo en un espacio privado, con todas las condiciones necesarias para garantizar resguardo emocional. Las instalaciones están pensadas trabajar interiormente en calma.

Cuidamos el entorno: la limpieza, la atmósfera, los ritmos, la música y el trato humano. Se trata de un ambiente con intención, respeto y profunda conciencia para que cada persona pueda sentirse segura, contenida y en paz.

Sí. El lugar cuenta con baño, y se acampa en un espacio cerrado en interior. Cada participante duerme con su propio sleeping o cobijas. A la mañana siguiente, compartimos alimentos ligeros.

Todo está dispuesto con sencillez, calidez y cuidado, para que puedas entregarte con tranquilidad al proceso.

No es un retiro de lujo, pero sí un espacio digno, armonioso y respetuoso, creado para acompañarte con presencia y humanidad en cada etapa del encuentro.

Recomendamos traer lo esencial para tu comodidad personal y emocional.
Un sleeping bag o cobijas, ropa cómoda y abrigadora, una muda extra, artículos de higiene personal, y, si lo deseas, algún objeto significativo para ti (como un cuaderno, amuleto o instrumento musical sencillo).

No es necesario traer dispositivos electrónicos, relojes ni distracciones externas.
Buscamos que el espacio favorezca la introspección y el silencio interior.

Antes del encuentro, te compartiremos una lista detallada con todo lo necesario, incluyendo las recomendaciones para cuidar el entorno y la convivencia.

Lo que se mueve dentro de ti durante el encuentro no queda suelto ni sin acompañamiento.
Al día siguiente, realizamos una sesión grupal guiada desde una perspectiva terapéutica y transpersonal. En ella, podrás poner en palabras lo vivido, escuchar a otros, y comenzar a ordenar lo que emergió desde un lugar de conciencia y respeto.

El acompañamiento posterior concluye cuando logras reacomodar, con claridad y sentido la experiencia.

Además, si después de la experiencia surgen inquietudes personales más profundas o procesos que necesiten atención individual, ofrecemos acompañamiento u orientación clínica desde la psicoterapia transpersonal.

La experiencia no termina al cerrar los ojos. Comienza realmente cuando decides integrar lo vivido en tu vida cotidiana, con apoyo, claridad y compromiso contigo mismo.

Sí. El encuentro no termina cuando concluye la experiencia central. Posteriormente ofrecemos espacios de integración: una sesión grupal guiada desde la psicoterapia transpersonal y, si es necesario, la posibilidad de acompañamiento individual. En algunos casos, también se abren grupos de continuidad donde las personas pueden compartir, resolver dudas o simplemente sentirse acompañadas en su proceso.

Este seguimiento es clave para dar sentido a lo vivido, aterrizar las comprensiones y de ser necesario reconfigurar con mayor claridad tu proyecto de vida.

Es posible atravesar momentos de sensibilidad o inestabilidad emocional después del encuentro. No porque algo haya salido mal, sino porque a veces el proceso continúa revelando cosas en los días o semanas posteriores.

Por eso es tan importante contar con acompañamiento. Si surge confusión, tristeza o cualquier emoción intensa, te invitamos a comunicarte. Ofrecemos seguimiento terapéutico individual para ayudarte a comprender lo que está ocurriendo y sostenerte con herramientas claras, humanas y profesionales.

La experiencia no termina en la ceremonia. Lo más valioso sucede muchas veces después, cuando lo vivido comienza a integrarse en tu vida cotidiana.

El trabajo que realizamos está guiado por principios éticos y de cuidado profundo. Nos enfocamos en la contención emocional, el acompañamiento psicoterapéutico y el respeto a las decisiones personales de cada participante.

No se trata de una práctica médica ni se ofrecen diagnósticos ni tratamientos. Tampoco sustituye procesos terapéuticos profesionales que estés llevando por otros medios. Si tienes inquietudes legales o médicas específicas, te recomendamos consultar con los profesionales correspondientes antes de participar.

Lo más importante para nosotros es crear un espacio seguro, consciente y bien acompañado, en el marco de la confianza, la responsabilidad compartida y el respeto mutuo.

Tu privacidad es una prioridad absoluta. Todo lo que sucede durante el encuentro se mantiene en un marco de intimidad, respeto y confidencialidad. Se toma una foto del recuerdo con el grupo para quien que lo desee. No se toman fotos ni videos ni se comparten sin tu consentimiento explícito.

Es un espacio diseñado para que puedas abrirte con confianza, sin juicios ni exposiciones innecesarias. Cada persona es libre de vivir su proceso con la tranquilidad de saber que su experiencia será cuidada en todo momento.