¿Tuviste una experiencia vegetal en otro lugar y saliste más confundido que claro?

A veces, las personas participan en un encuentro vegetal sin recibir la orientación necesaria antes, durante o después de la experiencia. En esos casos, es común que surjan confusión, miedo o incluso sensaciones paranoides. Esto no se debe a la planta en sí, sino a que lo vivido no encuentra un lugar claro dentro del sistema de creencias de la persona. No hay dónde “acomodarlo” internamente, y eso puede generar una espiral mental que se retroalimenta, como ocurre con los celos o la paranoia.

La buena noticia es que este tipo de situaciones suele tener una solución sencilla. Con una sola sesión de acompañamiento, muchas personas logran comprender lo que vivieron y resignificarlo. La clave está en liberar la mirada: cuando soltamos el único ángulo desde el que estamos viendo la experiencia, surgen otras perspectivas que nos permiten integrarla con mayor armonía.

Por eso, en nuestro modelo trabajamos con un enfoque psicoterapéutico completo, basado en lo que ya se comprendía desde los años 60: el valor del “set” y el “setting”, es decir, el encuadre interno y el entorno terapéutico. Acompañamos de forma cuidadosa cada etapa: antes, durante y después del proceso. No se trata de decirte qué pensar, sino de ayudarte a descubrir tus propias respuestas y a integrarlas en ti de forma orgánica.

Si tú tuviste una experiencia difícil o confusa en otro espacio, no dudes en contactarme. Agenda una cita. La mayoría de los casos se aclaran en una sola conversación significativa.

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